Ando yo ya un poco hasta “el gorro” de escuchar siempre lo mismo. En nuestra sociedad se ha establecido el sistema de debate de tertulia televisiva o radiofónica, en el que más razón tiene el que más grita. De nada sirve que el discurso sea coherente, de nada sirve que las propuestas sean lógicas y razonadas… Al final cualquier planteamiento acaba siendo rebatido con cualquier afirmación a modo de sentencia. Hemos llegado al momento en el que cualquiera puede decir algo sin necesidad de demostrarlo y esa afirmación puede acabar destruyendo el más sesudo y racional de los planteamientos.
UPyD sufre esta situación de una forma especialmente sangrante. A lo largo de estos meses que llevamos de vida hemos sido acusados de todo: de fascistas, de rojos, de aprovechados, de cabreados… La lista es larga, y tampoco es cuestión de tirarnos piedras contra nuestro propio tejado.
La realidad es que si apoyamos una propuesta de los vecinos en un tema concreto, nos estamos apuntando al carro de forma gratuita, si denunciamos situaciones lamentables del pueblo, se nos acusa de oportunismo, si guardamos silencio ante denuncias de otros de aspecto sospechosamente electoralista, entonces es que no nos definimos.
En definitiva, lo que todavía no he visto en ninguna crítica es un análisis sobre nuestras propuestas concretas, y ya son muchas.
Ha salido publicado en los medios que UPyD propone una serie de medidas para la regeneración de la vida política: en nuestra propuesta se limita temporalmente el mandato en los cargos públicos, se exige que nuestros futuros cargos públicos tengan previamente tres años de cotización a la seguridad social para evitar que entre gente en política en busca de un futuro personal y profesional en lugar de ciudadanos con interés de servicio público. Proponemos que los cargos públicos, los electos y los de designación, sean retribuidos como los demás asalariados, sin pensiones especiales ni salarios vitalicios, y para esto proponemos que estén adscritos al régimen general de la seguridad social, como cualquier otro trabajador.
Yo no veo a nadie proponiendo cosas en esta línea, no veo a los demás partidos políticos comprometiéndose en luchar contra los políticos profesionales que entran aquí para labrarse un futuro que no han conseguido por otros medios en el mundo laboral por falta de preparación y formación (y que aparecen en sus filas a montones). A pesar de todo esto y de la importancia que este tipo de medidas los ciudadanos miran para otro lado y prefieren seguir criticando a los políticos porque no hacen nada.
Y así llegamos al “me quejo de todo y por todo pero no hago nada” de todos los foros, tertulias y debates. Hay un montón de ciudadanos que participan activamente en todas partes y se quejan a diestro y siniestro de lo divino y lo humano, sentencian por doquier y ponen en evidencia el más serio de los planteamientos. Su contribución permite abrir debates en todas partes que acaban muriendo por si mismos en la red.
No pongo en duda la buena intención de estos ciudadanos y creo que su labor es importante ya que es imprescindible usar estos cauces de participación ciudadana, los únicos en muchos casos que nos permite el poder establecido.
Pero el problema es que se quedan en eso, que no dan el paso siguiente que es implicarse en un proyecto para intentar cambiar las cosas. Está muy bien denunciar y criticar pero debemos ir más allá hasta implicarnos para convertirnos en parte de la solución. Lo contrario será acabar convirtiéndonos en parte del problema. Tenemos la responsabilidad, como ciudadanos, de denunciar lo que no está bien y también el intentar cambiarlo.
El evidente que UPyD no tiene la solución para todas las cosas, pero nosotros estamos trabajando mucho para aportar nuevos cauces de participación, nuevas ideas. Nuestro objetivo es llevar a la política el concepto del sentido común. Hay un montón de cosas que se pueden resolver sólo con pararnos y reflexionar. Pero es necesaria la colaboración de todos.
Hemos propuesto ya muchas cosas y queremos seguir trabajando por los ciudadanos. Ese es nuestro compromiso y a eso dedicamos tiempo y esfuerzo. Nos gustaría que dentro de un tiempo se tuviera una alternativa de gobierno a lo que ha vivido a lo largo de todos estos años. Para que eso sea posible necesitamos a gente que vaya más allá de la crítica. Necesitamos que la gente si implique como parte de la solución y no como parte del problema.
Para los que no se conformen con eso UPyD os espera con ilusión y con ganas de trabajar, con un proyecto concreto y con un montón de ideas para llevar adelante. Con un compromiso claro de honestidad y de austeridad en la gestión.
Lo demás será llegar a las próximas elecciones para votar a los de siempre sin molestarnos en leer ni siquiera lo que proponen, y, eso sí, poder dedicarnos otros cuatro años a quejarnos de lo mal que lo hacen los políticos.
Juan Manuel Cabrera
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