UPyD exige al Estado que gestione el agua globalmente al margen de intereses territoriales

El candidato de UPyD a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Rafael Soriano, exige que el Gobierno central respete el principio de unidad de cuenca sobre el que se fundamenta la planificación hidrológica en España, por encima de los intereses de determinadas comunidades autónomas ocupadas en crear agencias del agua para gestionar el recurso en su territorio o reclamar sus denominadas 'reservas hídricas', al margen del interés general de todos los españoles.

Soriano denuncia que la escasa planificación y un estudio serio y global del balance de recursos hídricos en las cuencas a nivel nacional, así como la utilización basándose en intereses meramente políticos y partidistas, ha provocado, por ejemplo, que la calidad del agua del trasvase Júcar-Vinalopó sea pésima y la cantidad prevista en el trasvase totalmente insuficiente.

UPyD en la Comunidad Valenciana denuncia, en este sentido, que los Presupuestos de 2011 no incluyan la comprometida planta potabilizadora, complementaria al trasvase, que mejoraría la calidad de un agua que solo es apta para riego durante unos meses al año, según las últimas mediciones llevadas a cabo.

Como asimismo afirma el candidato autonómico de UPyD por la provincia de Alicante, Joaquín Andréu, la ICA (Red Integral de Calidad del Agua) ya calificó en 2005 el agua como ‘no apta para riego en su destino’. El informe asegura que este trasvase aliviaría las necesidades hídricas de 22.000 agricultores de Villena, Salinas, Monóvar, La Romana, Aspe, Hondón de los Frailes y Elche de la dependencia del Tajo y por lo tanto, rebajaría la posibilidad de cortes de agua a más de dos millones de ciudadanos de las provincias de Alicante, Almería, Murcia y Valencia”.

Soriano exige al gobierno que las inversiones realizadas este año de más de 100 millones de euros estén perfectamente coordinadas dentro de una política global que permita disponer de agua barata y de calidad para satisfacer las demandas crecientes en la Comunidad Valenciana.

Finalmente el cabeza de lista a la presidencia de la Generalitat Valenciana por UPyD exige que “se regulen los excesos y déficits de las demarcaciones hidrográficas siguiendo criterios técnicos racionales y buscando el interés general, no permitiendo que las autonomías se extralimiten en sus competencias y se aprovechen de las inversiones pagadas por los contribuyentes para que el resultado sea una gestión de un recurso que es de todos, en las mismas condiciones de cantidad, precio y calidad”.

Pregunto: ¿la tierra habla o son sus habitantes?

Las Cortes Valencianas han tomado el acuerdo de realizar una nueva modificación del Estatuto de autonomía.

El PP ha propuesto, en el borrador que ha elaborado, aumentar el dinero de financiación de la Comunidad en razón al número de habitantes; gracias a esta iniciativa, tanto PSPV como EUPV van a sentarse a hablar de esta modificación. Esta es una buena oportunidad para enmendar los tratos discriminatorios recogidos en la versión de 2006, en la que en su artículo 6.2 “todos tienen derecho a […] recibir la enseñanza del, y en, idioma valenciano”, se debería volver a añadir “de, y en, las lenguas valenciano o español”, o incluso “de, y en, ambas lenguas cooficiales”.

No estaría nada mal recuperar el nombre de la Comunidad en ambas lenguas, Comunitat Valenciana/Comunidad Valenciana (artículo 1.1) y sustituir el artículo 6.1: “la lengua propia de la Comunitat Valenciana es el valenciano”, por “el valenciano es idioma cooficial” o “el valenciano y el español son los idiomas oficiales de la comunidad”, pues ambos artículos entran en contradicción con el 8.1: “Los valencianos y valencianas […], son titulares de los derechos, deberes y libertades reconocidos en la Constitución Española”, de varios artículos de la Constitución Española (Art. 3.1, 10.1, 10.2, 13.1, 14 y 15) y de numerosas Leyes europeas.

Muchos alumnos (y padres) están teniendo problemas para seleccionar la lengua oficial vehicular, que debería ser la lengua materna de las personas, y no la de un territorio, o aún menos, la de la mitad de este territorio, y me pregunto “¿la tierra habla o son sus habitantes?”

En cuanto a la lengua, existen en zonas de la Comunitat Valenciana, varios dialectos del español (septentrional y meridional), varios dialectos del valenciano (tortosí, castellonenc, central, meridional, alacantí y elig), e incluso otros menos conocidos, que se parecen más al muzárabe o al aragonés que a cualquiera de los anteriores, como el conjunto de hablas churro o los dialectos del murciano (noreste y panocho). Debo decir que soy valenciano de nacimiento, y mi familia lleva al menos seis generaciones en estas tierras, y que la mayoría de problemas lingüísticos que he tenido, no ha sido con valencianos nativos, sino con residentes o inmigrantes.

A los valencianos solo nos une el Mediterráneo, nada más, y por ello deberíamos cuidar estas características, en vez de afianzar las de unos pocos valencianos, que crean conflictos innecesarios.¿Por qué imponer una de esas lenguas por encima del resto?, ¿por qué discriminar a la mayoría de valencianos a favor de unos pocos?, ¿no deberíamos ser tan libres como mediterráneos?, ¿cómo pueden haber impuesto una lengua tan bonita para que la gente la rechace, en vez de ofrecer la posibilidad voluntaria de conocer a los otros valencianos?, ¿eso es respeto y protección, o más bien promover la falta de respeto y el rechazo?, ¿qué sentido tiene defender una identidad fabricada a medida, cuando en algunos municipios de la comunidad los nativos no llegan al 6%?. ¿No deberíamos hacernos eficientes en los estudios y dejarnos de manipular futuros votantes y esclavos de los poderosos? Esto, en otro país, lo llamarían limpieza étnica y no discriminación positiva.

Concluyendo, pido a los miembros del PP-CV, PS-PV, EU-PV/EV-PV, a todos los que les presumo buena fe, corrijan su presunta discriminación, enmendando este agravio comparativo.